DEMOGRAFIA DE CHILE
GUIA DE CONTENIDOS DE GEOGRAFIA DE CHILE Nª 07
PROFESOR. MIGUEL VARGASTEMA: CARACTERISTICAS DE LA POBLACION CHILENA1. POBLACIÓN
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PROFESOR. MIGUEL VARGASTEMA: CARACTERISTICAS DE LA POBLACION CHILENA1. POBLACIÓN
______El espacio natural se valoriza y cobra sentido con los habitantes que lo pueblan, los cuales le imprimen un carácter diferente de acuerdo a su propio dinamismo y singularidad.En nuestro país, a partir de la década del 70, la población ha experimentado una disminución en su ritmo de crecimiento, que ha pasado de 2,5% a 1,5% anual. Esto ha significado un cambio en su estructura, ya que una población joven se está transformando paulatinamente en una población adulta.Sin embargo, la composición económica y la distribución espacial de la población ha sufrido muy pocas modificaciones: Chile se mantiene como país terciario, con una población mayoritariamente urbana y con grandes desequilibrios en su distribución. La tendencia a una regionalización efectiva busca disminuir esta irregular distribución, pero todavía queda un largo camino por recorrer.
1.1. Origen de la población chilena
La composición actual de nuestra población es fruto de una larga historia cuya característica esencial es el mestizaje.A la llegada de los españoles a nuestro territorio, en el siglo XVI, el país estaba poblado por numerosos grupos indígenas que habían logrado distintos niveles en su desarrollo cultural. Algunos, como los tehuelches y los onas, eran nómadas y vivían de la pesca y de la caza; Otros de vida más sedentaria, como los diaguitas, los mapuches, los picunches y los huilliches, trabajaban la tierra. Estos últimos grupos eran los más numerosos y, naturalmente, tuvieron mayor importancia en el proceso del mestizaje.El elemento español que, junto con el indígena, originó la base de nuestro mestizaje durante la Colonia, provenía principalmente de Castilla y Andalucía; posteriormente, en el siglo XVIII, se produciría una importante inmigración vasca que llegó a desarrollar un rol preponderante dentro de los grupos dirigentes. Otros grupos de inmigrantes, como ingleses y franceses, llegados en el período colonial, fueron poco numerosos, pero tuvieron alguna influencia en la formación de nuestra población.A mediados del siglo XIX, el proceso de colonización fue organizado por el gobierno chileno. Se favoreció la llegada de colonos alemanes a las zonas rurales del sur: Osorno, Valdivia y Llanquihue, tarea que se vio complementada en las últimas décadas con la llegada de nuevos colonos europeos que se instalaron en la Región de la Araucanía.Desde fines del siglo pasado hasta las primeras décadas del siglo XX, la inmigración espontánea ha sido heterogénea, y los descendientes se han asimilado a la población existente, como ha sucedido con yugoeslavos, que se asentaron en Antofagasta y en Magallanes.En síntesis, se podría afirmar que la población chilena es mestiza y en una gran mayoría blanca, lo que permite hablar de una cierta homogeneidad racial y cultural, que es notoria si se le compara con otros países latinoamericanos.
2. VOLUMEN, DENSIDAD Y DISTRIBUCION
____La población de Chile, según el Censo de 1992, es de 13.231.803 habitantes, con una densidad media de 18 hab/km2, que resulta baja con relación a la mayoría de los países latinoamericanos. Esto se debe principalmente a que casi un 80% de nuestro territorio no tiene condiciones de habitabilidad, por la existencia de montañas, hielos y desiertos.Por otra parte, si comparamos las densidades regionales, encontramos grandes diferencias en la distribución de la población. Esta irregularidad obedece a factores naturales y culturales..Factores naturales.El clima ha favorecido el poblamiento en la zona centro-sur, y ha obstaculizado el asentamiento en las regiones de los extremos norte (árido) y austral (frío)..Los recursos naturales y las actividades que se originan de ellos, como la minería o la agricultura, también influyen en el poblamiento..El relieve es otro factor importante, ya que la población vive de preferencia en áreas bajas: en la Depresión Intermedia y en las Planicies Litorales. La zona andina, salvo el altiplano y algunos faldeos cordilleranos, está prácticamente deshabitada, y en la Cordillera de la Costa vive una población escasa..La presencia del agua es un elemento digno de tener en cuenta, ya se hable de ríos, lagos, quebradas y oasis, pues siempre constituye un factor de atracción para el asentamiento humano..Factores culturalesA partir de la conquista, los núcleos de población han tendido a ubicarse en la zona central, y solo a fines del siglo XIX sé empezaron a poblar los extremos del territorio nacional. La excesiva centralización política, administrativa y económica del país ha propiciado un gran desequilibrio poblacional y el crecimiento desmedido de la capital. Esta realidad se ha tratado de revertir con el proceso de regionalización iniciado en 1974, pero los resultados son muy limitados todavía, por la falta de mayores incentivos y autonomía en el desarrollo de las regiones.
-POBLACIÓN INDÍGENA_____Actualmente, la mayoría de los pueblos autóctonos se ha extinguido (hoy constituyen menos del 10% de la población del país), y solo algunos de ellos se mantienen formando minorías que conservan sus costumbres y tradiciones.
2.1. Zona Norte
Las regiones de Tarapacá, Antofagasta, Atacama y Coquimbo, que conforman esta zona, tienen una población de 1.481.767 habitantes (un 11,2% de la población del país), ubicada en una superficie que constituye, aproximadamente, el 40% del territorio nacional continental. Debido ala escasez de agua y aridez del clima, hay poca actividad agropecuaria y la población se concentra casi exclusivamente en los centros urbanos y portuarios del litoral. La excepción son las ciudades mineras del sector cordillerano, como Chuquicamata, Calama y el poblamiento altiplánico de origen aymará. Hay también un poblamiento lineal en torno a algunas quebradas y oasis que se aprovechan para la agricultura, como Azapa, por ejemplo. Lo mismo ocurre en los valles de Copiapó y Huasco.La Región de Coquimbo cuenta con una densidad de 12,4 hab/km2,y su centro es la conurbación La Serena-Coquimbo. En una posición Este-Oeste la población ocupa los valles Elqui, Limari y Choapa, con tierras fertiles, muy ricas para la agricultura.
2.2-Zona Centro-Sur
La zona centro-Sur se ubica entre la Región de Valparaíso y la Región de los Lagos. En este espacio, que corresponde al 28,3% del territorio continental, se concentra el 87% de la población chilena.Los centros urbanos de esta zona se encuentran en la Depresión Intermedia exceptuando Viña del Mar, Valparaíso, Concepción y Valdivia, que se ubican en la costa.Con la Región de Valparaíso se inicia un sector de alta concentración poblacional. Su densidad de población es de 83,8 hab/km2, predominando la población urbana costera en la conurbación Valparaíso- Viña del Mar. Luego se dispersa hacia el norte y el sur por la costa, en centros rurales y urbanos que se ubican junto al río AconcaguaLa población de la Región Metropolitana alcanza la impresionante cantidad de 5.170.293 habitantes: el 39% de la población total. La densidad de población es altísima con respecto al resto del país; 333,8 hab/km2, y se concentra principalmente en el gran ciudad capital, que reúne además gran parte del poder político, administrativo y económico de la nación. En sus alrededores hay ejes de poblamiento con centros urbanos menores que representan una posibilidad de desarrollo para descongestionar el gran Santiago, como Melipilla y Curacaví.En las Regiones de O'Higgins y del Maule, el asentamiento tiende a concentrarse en la Depresión Intermedia, que posee condiciones óptimas para la agricultura; así se suceden ciudades como Rancagua, Curicó y Talca. La VI región tiene una densidad poblacional de 42,1 hab/km2, y la VII, 27,5 hab/km2.En la Región del Biobío, cuya densidad poblacional es de 46,8 hab/ Km2se vuelve a presentar el máximo de concentración en el sector urbano costero de Concepción y Talcahuano, y se mantiene, en la Depresión Intermedia, una concentración de población rural y urbana en ciudades como Chillán y Los Ángeles .La Región de la Araucanía sigue concentrando su población en la depresión intermedia, en ciudades como Victoria, Temuco, y Loncoche. La población rural se extiende en los faldeos cordilleranos y sectores costeros representada principalmente por la población mapuche .La Densidad de población de la región es de 24,3 hablkm2.La Región de Los Lagos tiene gran parte de sus centros urbanos 1ocalizados en la Depresión Intermedia: Los Lagos, La Unión, Osorno, y en la costa, Valdivia. La isla de Chiloé también tiene centros urbanos. En la costa se ubican Ancud y Castro. La densidad de Población de la región es de 14,2 hab/km2.
2.3- La zona Austral
Esta zona comprende las regiones de Aisén y Magallanes. A pesar que su superficie alcanza casi el 32% del territorio nacional, excluyendo la Antártida, tiene una población muy reducida y las densidades más bajas del país: Aisén 0,8 hablkm2 y Magallanes 1,08 hablkm2. Esto puede explicarse, en parte, por las condiciones naturales de inaccesibilidad y por el tardío poblamiento de esta zona. En ambas regiones predomina el asentamiento interior en las mesetas y estepas trasandinas. La población urbana es la de mayor importancia, y se concentra en Aisén, Coihaique, Punta Arenas y Puerto Natales.
3.0-DINÁMICA DE CRECIMIENTO DE LA POBLACIÓN
El crecimiento poblacional chileno ha sido permanente a partir de la primera mitad del siglo XIX, aunque no de manera homogénea, según consta en los datos censales.Al observar la evolución general de la población y la tasa de crecimiento, podemos ver dos momentos importantes: a mediados del siglo XIX, coincidiendo con un período de prosperidad económica, ya mediados del siglo XX. Este segundo momento es la consecuencia exclusiva de una alta tasa de natalidad y de una baja en la mortalidad, alcanzada gracias a los avances en medicina y salubridad públicas, ya que la inmigración al país ha sido muy reducida.
El crecimiento poblacional chileno ha sido permanente a partir de la primera mitad del siglo XIX, aunque no de manera homogénea, según consta en los datos censales.Al observar la evolución general de la población y la tasa de crecimiento, podemos ver dos momentos importantes: a mediados del siglo XIX, coincidiendo con un período de prosperidad económica, ya mediados del siglo XX. Este segundo momento es la consecuencia exclusiva de una alta tasa de natalidad y de una baja en la mortalidad, alcanzada gracias a los avances en medicina y salubridad públicas, ya que la inmigración al país ha sido muy reducida.
3.1. CRECIMIENTO DE LA POBLACION EN EL SIGLO XX
Entre 1900 y 1940, la escasa diferencia entre la alta tasa de natalidad y la alta tasa de mortalidad es la causa del bajo crecimiento poblacional. La alta mortalidad se explica principalmente por las condiciones precarias de higiene y los deficientes servicios de salud pública. En este período, la esperanza de vida era baja. Entre 1919 y 1922, por ejemplo, el promedio de vida era de unos 32 años, y una década más tarde, alcanzaba sólo a los 40 años. La mortalidad infantil también era muy alta, llegando a registrarse, en el año 1935, 257 %o defunciones de niños menores de un año, una de las tasas más altas del mundo.
A partir de la década del 40, esta situación ha ido variando de manera notable; se han dado importantes pasos en materia de salud e higiene y se han mejorado las redes de agua potable y alcantarillado. A escala familiar, se aprecian los beneficios del desarrollo global del país; por una parte se mantienen las altas tasas de natalidad hasta 1960, al mismo tiempo que descienden las tasas de mortalidad (1940: 21,3 %0, 1960: 12,3 %0). Con estas condiciones favorables aumenta progresivamente la esperanza de vida (1940: 41,8 años y 1960: 57,1 años). Actualmente, Chile posee una de las tasas de mortalidad más bajas de Latinoamérica.
El consiguiente resultado de este proceso se observa en el alto crecimiento experimentado por la población chilena, que alcanzó su nivel máximo en 1960, con una tasa de 2,5% de crecimiento anual. Desde 1965 en adelante, la tasa de natalidad decrece, en parte respondiendo aun mayor desarrollo económico y social que favorece
acciones de planificación familiar establecidas a partir de 1962 por el Servicio Nacional de Salud. En 1991 la tasa de natalidad era de 21,3 %0 y la de mortalidad general era de
5,6 %o, lo que da un crecimiento vegetativo de 1,57% para ese año. La tasa media de crecimiento ínter censal 1982-1992 es de 1,55% anual.
Estas bajas tasas de crecimiento son similares a las de otros países del cono sur, como Argentina y Uruguay, pero muy inferiores al resto de los países latinoamericanos que crecen con mayor rapidez: entre 2% y 3% anual o más.
Así, el crecimiento de nuestra población puede estimarse lento y moderado con relación a Latinoamérica, y moderado-alto con respecto a Europa, cuyas tasas de crecimiento no sobrepasan e] 1 % anual. Si se mantiene e] ritmo de crecimiento, se espera que para el año 2025 Chile tenga entre 19 y 20 millones de habitantes.
A partir de la década del 40, esta situación ha ido variando de manera notable; se han dado importantes pasos en materia de salud e higiene y se han mejorado las redes de agua potable y alcantarillado. A escala familiar, se aprecian los beneficios del desarrollo global del país; por una parte se mantienen las altas tasas de natalidad hasta 1960, al mismo tiempo que descienden las tasas de mortalidad (1940: 21,3 %0, 1960: 12,3 %0). Con estas condiciones favorables aumenta progresivamente la esperanza de vida (1940: 41,8 años y 1960: 57,1 años). Actualmente, Chile posee una de las tasas de mortalidad más bajas de Latinoamérica.
El consiguiente resultado de este proceso se observa en el alto crecimiento experimentado por la población chilena, que alcanzó su nivel máximo en 1960, con una tasa de 2,5% de crecimiento anual. Desde 1965 en adelante, la tasa de natalidad decrece, en parte respondiendo aun mayor desarrollo económico y social que favorece
acciones de planificación familiar establecidas a partir de 1962 por el Servicio Nacional de Salud. En 1991 la tasa de natalidad era de 21,3 %0 y la de mortalidad general era de
5,6 %o, lo que da un crecimiento vegetativo de 1,57% para ese año. La tasa media de crecimiento ínter censal 1982-1992 es de 1,55% anual.
Estas bajas tasas de crecimiento son similares a las de otros países del cono sur, como Argentina y Uruguay, pero muy inferiores al resto de los países latinoamericanos que crecen con mayor rapidez: entre 2% y 3% anual o más.
Así, el crecimiento de nuestra población puede estimarse lento y moderado con relación a Latinoamérica, y moderado-alto con respecto a Europa, cuyas tasas de crecimiento no sobrepasan e] 1 % anual. Si se mantiene e] ritmo de crecimiento, se espera que para el año 2025 Chile tenga entre 19 y 20 millones de habitantes.
3.2. CRECIMIENTO DE LA POBLACION A NIVEL REGIONAL
Entre 1970 y 1982 la población chilena se incrementó en cerca de un 28%. En este período, las regiones extremas del país (I, II, XI y XII) crecieron muy por encima de] promedio nacional, favorecidas por las políticas gubernamentales; la región metropolitana tuvo también un crecimiento importante, porque constituye un foco de atracción migratoria de ]as regiones Centro y Sur de] país, donde la población decrece rápidamente.
Estas tendencias muestran algunos cambios importantes en el período 1982-1992, en el que e] crecimiento de la población fue de un 17%. Tomando como referencia este porcentaje, las regiones de Tarapacá, Antofagasta, Atacama y Coquimbo crecen a un ritmo superior a la media del país, ]0 que indica su carácter de regiones receptoras de inmigrantes y de zonas que han sido favorecidas por las políticas pesqueras, de puerto libre y de industrialización.
La Región Metropolitana, por su parte, mantiene también un aumento por encima de la media desde los últimos 30 años, y continúa siendo la principal área receptora de inmigrantes. En el sur del país, la única región que sobrepasó la media de crecimiento en el período fue Aisén, favorecida también por las políticas de colonización que impulsó el gobierno.
La VI Región, del Libertador General B. O'Higgins, iguala su porcentaje al crecimiento del país, y ]as restantes regiones tienen un crecimiento menor, reflejando su carácter de áreas de emigración, que se ve acentuado en la IX y XII región.
Estas tendencias muestran algunos cambios importantes en el período 1982-1992, en el que e] crecimiento de la población fue de un 17%. Tomando como referencia este porcentaje, las regiones de Tarapacá, Antofagasta, Atacama y Coquimbo crecen a un ritmo superior a la media del país, ]0 que indica su carácter de regiones receptoras de inmigrantes y de zonas que han sido favorecidas por las políticas pesqueras, de puerto libre y de industrialización.
La Región Metropolitana, por su parte, mantiene también un aumento por encima de la media desde los últimos 30 años, y continúa siendo la principal área receptora de inmigrantes. En el sur del país, la única región que sobrepasó la media de crecimiento en el período fue Aisén, favorecida también por las políticas de colonización que impulsó el gobierno.
La VI Región, del Libertador General B. O'Higgins, iguala su porcentaje al crecimiento del país, y ]as restantes regiones tienen un crecimiento menor, reflejando su carácter de áreas de emigración, que se ve acentuado en la IX y XII región.
4. COMPOSICIÓN DE LA POBLACIÓN SEGÚN SEXO y EDAD
4.1. ESTRUCTURA DE LA POBLACION POR SEXO
La población de Chile se compone de un 51% de mujeres y un 49% de hombres, proporción que se ha mantenido sin una variación significativa en los últimos censos y que tiene relación con una mayor mortalidad masculina. Este porcentaje equivale aun índice de masculinidad de 96,6, es decir que en promedio , por cada cien mujeres del país hay 96,6 hombres.(1992)
El índice de masculinidad varía a nivel regional: un índice sobre 100, de predominio de población masculina, se encuentra en las regiones I, II, III, VI, VII, X, XI y XII, y bajo 100, con predominio de población femenina, en el resto de las regiones, especialmente Valparaíso y Santiago. Una de las principales causas de las diferencias de índice de masculinidad en las distintas regiones se debe a las migraciones. La zona central, especialmente Valparaíso y Santiago, son polos de atracción para la población femenina, que encuentra fuentes de trabajo en el sector servicios. En los sectores rurales en cambio, predomina la población masculina, lo mismo que en las regiones extremas del país donde los varones son mayoría; esto se debe principalmente a la importancia geopolítica de ambas zonas, y al tipo de actividades económicas que se desarrollan: minera en el Norte y ganadera en el Sur .
Analizando la población por sexo y por tramos de edades, encontramos significativas variaciones: nacen más hombres que mujeres y el número de hombres predomina hasta la
edad de 30 años. Entre los 30 y 34 se produce un equilibrio y, a partir de los 35 años, la proporción se invierte, aumentando el número de mujeres a medida que aumenta la edad. Así, en el tramo de los 80 años en adelante la proporción es de un 36% de hombres y un 64% de mujeres.
El índice de masculinidad varía a nivel regional: un índice sobre 100, de predominio de población masculina, se encuentra en las regiones I, II, III, VI, VII, X, XI y XII, y bajo 100, con predominio de población femenina, en el resto de las regiones, especialmente Valparaíso y Santiago. Una de las principales causas de las diferencias de índice de masculinidad en las distintas regiones se debe a las migraciones. La zona central, especialmente Valparaíso y Santiago, son polos de atracción para la población femenina, que encuentra fuentes de trabajo en el sector servicios. En los sectores rurales en cambio, predomina la población masculina, lo mismo que en las regiones extremas del país donde los varones son mayoría; esto se debe principalmente a la importancia geopolítica de ambas zonas, y al tipo de actividades económicas que se desarrollan: minera en el Norte y ganadera en el Sur .
Analizando la población por sexo y por tramos de edades, encontramos significativas variaciones: nacen más hombres que mujeres y el número de hombres predomina hasta la
edad de 30 años. Entre los 30 y 34 se produce un equilibrio y, a partir de los 35 años, la proporción se invierte, aumentando el número de mujeres a medida que aumenta la edad. Así, en el tramo de los 80 años en adelante la proporción es de un 36% de hombres y un 64% de mujeres.
4.2. ESTRUCTURA DE LA POBLACION SEGUN EDAD
En un lapso de 30 años la estructura de la población chilena por edades ha variado notablemente: disminuye la población infantil-juvenil menor de 19 años y aumenta enormemente la población adulta y la de la llamada "tercera edad".
La composición de la población por sexo y por edades, que se grafica en la pirámide de población, muestra en 1960 y 1992 los cambios experimentados en la estructura de la población chilena con relación a la edad.
Por la reducción de la natalidad, se ha contraído la base de la pirámide, en tanto que por la disminución de la mortalidad y la extensión de la esperanza de vida, que para la población chilena es de 72 años, ha aumentado considerablemente el grupo de adultos y el de la tercera edad. Por esta razón, la estructura de la pirámide tiende a una forma rectangular, que es propia de los países más desarrollados, donde la población longeva supera el 10%, los adultos son casi el 60% y los niños y jóvenes sólo alcanzan un 30%.
Nuestra población está en una etapa de transición en la que la población de 0-10 años es el 39,2%, la de 20-64 el 54,6% y la que tiene 65 años y más un 6,2%. Por lo tanto la población joven mantiene su importancia y requiere de la creación de programas de capacitación y nuevos espacios laborales, para incorporarla al mundo del trabajo. La población de adultos mayores necesita también la creación de una infraestructura ocupacional adecuada y la cobertura de protección básica que les permita vivir dignamente.
La composición de la población por sexo y por edades, que se grafica en la pirámide de población, muestra en 1960 y 1992 los cambios experimentados en la estructura de la población chilena con relación a la edad.
Por la reducción de la natalidad, se ha contraído la base de la pirámide, en tanto que por la disminución de la mortalidad y la extensión de la esperanza de vida, que para la población chilena es de 72 años, ha aumentado considerablemente el grupo de adultos y el de la tercera edad. Por esta razón, la estructura de la pirámide tiende a una forma rectangular, que es propia de los países más desarrollados, donde la población longeva supera el 10%, los adultos son casi el 60% y los niños y jóvenes sólo alcanzan un 30%.
Nuestra población está en una etapa de transición en la que la población de 0-10 años es el 39,2%, la de 20-64 el 54,6% y la que tiene 65 años y más un 6,2%. Por lo tanto la población joven mantiene su importancia y requiere de la creación de programas de capacitación y nuevos espacios laborales, para incorporarla al mundo del trabajo. La población de adultos mayores necesita también la creación de una infraestructura ocupacional adecuada y la cobertura de protección básica que les permita vivir dignamente.
POBLACIÓN ECONÓMICAMENTE ACTIVA (PEA) es la que desarrolla o puede desarrollar una actividad remunerada. Se contrapone a la población pasiva, que son los estudiantes, ancianos, los impedidos que no pueden trabajar y las mujeres dueñas de casa que no reciben salario por su trabajo.
COMPOSICIÓN DE LA POBLACIÓN SEGÚN SUS CARACTERÍSTICAS ECONÓMICAS
Para poder evaluar las características económicas de la población es necesario tomar en cuenta algunos índices, como el de la población económicamente activa o la fuerza de
Trabajo, así como la ocupación por ramas de actividad, las actividades predominantes y el nivel de vida alcanzado, todo lo cual es un reflejo del grado de desarrollo del país.
En nuestro país, más de la mitad de la población puede desarrollar actividades económicas, pero la población económicamente activa (PEA) es, según los datos del período octubre-diciembre de 1992, de 4.990.430 personas, cifra equivalente a un 37,5% de la población total. Esta proporción ha ido aumentando si la comparamos con períodos anteriores: en 1970, la PEA era de un 30% y en 1982 de un 32,5%. El aumento experimentado se debe al mayor desarrollo económico, a la creciente incorporación de la mujer al campo del trabajo ,aunque todavía se mantiene la relación por la cual de cada persona activa dependen dos inactivas.
Esta relación es muy importante si pensamos en la elaboración de políticas económicas para el futuro, ya que, si se continua favoreciendo la tendencia al crecimiento de la PEA, podemos pensar en un aumento del ingreso per cápita nacional y en el mejoramiento del nivel de vida general.
Pero este índice se ve complementado por las áreas de actividad en que trabaja nuestra población (Primaria, Secundaria, Terciaria).
En la estructura de actividades de Chile predominan las terciarias, es decir, el peso de su economía está en la producción de servicios y no en la producción de bienes; razón por la cual se inserta entre los países en vías de desarrollo.
.Sector Primario (extracción de materias primas), La población que trabaja en la agricultura ha crecido levemente en la última década; en 1982 era de un 16,2% y en 1992 de un 18%. La minería ocupa solo un 1,8% de la fuerza de trabajo, lo que se debe a su alto nivel de mecanización. En conjunto, la actividad primaria ocupa un total de 19,8% de la PEA.
.Sector Secundario (elaboración y manufactura de materias primas), Este sector abarca un 24,13% de la fuerza de trabajo, que es un 4,7% superior con relación al año 80. Este aumento se debe, en gran medida, a la expansión del área de la construcción, que en 1980 era inferior al 5%, y en 1992 sobrepasa el 7%.
.Sector Terciario (comercio y servicios), En 1984, contaba con un 54% de la PEA, y en 1992 aumentó aun 56,47°, por lo tanto, los servicios y el comercio siguen siendo las actividades que ocupan a la mayor parte de los trabajadores del país.
A escala regional, la composición de la fuerza de trabajo refleja, en forma indirecta, el peso que tiene cada actividad económica dentro de la región, y se caracteriza a cada una de ellas según sea la distribución de cada rama de actividad. Por ejemplo, en la Región de Iquique predomina la actividad de servicios y en la de O'Higgins la agricultura.
Trabajo, así como la ocupación por ramas de actividad, las actividades predominantes y el nivel de vida alcanzado, todo lo cual es un reflejo del grado de desarrollo del país.
En nuestro país, más de la mitad de la población puede desarrollar actividades económicas, pero la población económicamente activa (PEA) es, según los datos del período octubre-diciembre de 1992, de 4.990.430 personas, cifra equivalente a un 37,5% de la población total. Esta proporción ha ido aumentando si la comparamos con períodos anteriores: en 1970, la PEA era de un 30% y en 1982 de un 32,5%. El aumento experimentado se debe al mayor desarrollo económico, a la creciente incorporación de la mujer al campo del trabajo ,aunque todavía se mantiene la relación por la cual de cada persona activa dependen dos inactivas.
Esta relación es muy importante si pensamos en la elaboración de políticas económicas para el futuro, ya que, si se continua favoreciendo la tendencia al crecimiento de la PEA, podemos pensar en un aumento del ingreso per cápita nacional y en el mejoramiento del nivel de vida general.
Pero este índice se ve complementado por las áreas de actividad en que trabaja nuestra población (Primaria, Secundaria, Terciaria).
En la estructura de actividades de Chile predominan las terciarias, es decir, el peso de su economía está en la producción de servicios y no en la producción de bienes; razón por la cual se inserta entre los países en vías de desarrollo.
.Sector Primario (extracción de materias primas), La población que trabaja en la agricultura ha crecido levemente en la última década; en 1982 era de un 16,2% y en 1992 de un 18%. La minería ocupa solo un 1,8% de la fuerza de trabajo, lo que se debe a su alto nivel de mecanización. En conjunto, la actividad primaria ocupa un total de 19,8% de la PEA.
.Sector Secundario (elaboración y manufactura de materias primas), Este sector abarca un 24,13% de la fuerza de trabajo, que es un 4,7% superior con relación al año 80. Este aumento se debe, en gran medida, a la expansión del área de la construcción, que en 1980 era inferior al 5%, y en 1992 sobrepasa el 7%.
.Sector Terciario (comercio y servicios), En 1984, contaba con un 54% de la PEA, y en 1992 aumentó aun 56,47°, por lo tanto, los servicios y el comercio siguen siendo las actividades que ocupan a la mayor parte de los trabajadores del país.
A escala regional, la composición de la fuerza de trabajo refleja, en forma indirecta, el peso que tiene cada actividad económica dentro de la región, y se caracteriza a cada una de ellas según sea la distribución de cada rama de actividad. Por ejemplo, en la Región de Iquique predomina la actividad de servicios y en la de O'Higgins la agricultura.
6. LA POBLACIÓN SEGÚN SU ÁREA DE RESIDENCIA URBANA y RURAL
Actualmente predomina la población rural sobre la urbana a nivel mundial, pero la tendencia es que, en plazos relativamente breves, suceda lo contrario y la mayoría de la población sea urbana.
Nuestro país no es ajeno a las tendencias dominantes. Hasta 1930 predominó la población rural; a partir de la década del 50 se produjo el fenómeno inverso y, actualmente el 83,5% de la población chilena reside en áreas urbanas, mientras que solo un 16,5% vive en medios rurales.
Esta proporción varía en las regiones. Hay altas tasas de urbanización en las regiones de los extremos Norte y Sur, por sus condiciones naturales y la escasez de actividades agropecuarias, que hacen que la población se concentre en las ciudades. Las regiones del centro
del país son altamente urbanizadas, como en los casos de Valparaíso (90,2%) y Santiago (96,5%). Las demás regiones presentan tasas inferiores a la cifra nacional, pero siempre sobre el 50%. Respondiendo a su vocación agrícola, las tasas más bajas de urbanización se encuentran en las regiones del Maule, la Araucanía y Los Lagos.
La Región Metropolitana, por definición, indica su carácter urbano. Concentra un 39% de la población total del país y de este porcentaje, solo el 3,5% se considera como la población rural del área.
Nuestro país no es ajeno a las tendencias dominantes. Hasta 1930 predominó la población rural; a partir de la década del 50 se produjo el fenómeno inverso y, actualmente el 83,5% de la población chilena reside en áreas urbanas, mientras que solo un 16,5% vive en medios rurales.
Esta proporción varía en las regiones. Hay altas tasas de urbanización en las regiones de los extremos Norte y Sur, por sus condiciones naturales y la escasez de actividades agropecuarias, que hacen que la población se concentre en las ciudades. Las regiones del centro
del país son altamente urbanizadas, como en los casos de Valparaíso (90,2%) y Santiago (96,5%). Las demás regiones presentan tasas inferiores a la cifra nacional, pero siempre sobre el 50%. Respondiendo a su vocación agrícola, las tasas más bajas de urbanización se encuentran en las regiones del Maule, la Araucanía y Los Lagos.
La Región Metropolitana, por definición, indica su carácter urbano. Concentra un 39% de la población total del país y de este porcentaje, solo el 3,5% se considera como la población rural del área.
6.1. CIUDADES CHILENAS
El sistema urbano chileno es desequilibrado, lo mismo que sucede en la mayor parte de los países en vías de desarrollo. La gran ciudad-capital, Santiago, tiene un volumen de población muy elevado, más de un tercio del total de la población. Las ciudades que la siguen, en monto de población, corresponden a conurbaciones. Es el caso del gran Valparaíso, conurbación formada por Valparaíso- Viña del Mar, a las que se agregan Villa Alemana y Quilpué. En conjunto suman 808.300 habitantes y ocupan el segundo lugar en el rango poblacional urbano, lo que representa el 5,8% de la población total del país.
El tercer lugar del volumen poblacional lo ocupa la conurbación Concepción- Talcahuano-Coronel, con 618.390 habitantes que corresponden aun 4,5% de la población chilena.
El tercer lugar del volumen poblacional lo ocupa la conurbación Concepción- Talcahuano-Coronel, con 618.390 habitantes que corresponden aun 4,5% de la población chilena.
6.2. MIGRACIONES INTERNAS
En el gran aumento poblacional de las ciudades en los últimos 50 años ha influido mucho la migración rural-urbana, que reduce la población rural y aumenta la concentración urbana.
El movimiento migratorio de la población rural se realiza por etapas. Primeramente los migrantes se dirigen a los centros urbanos más pequeños y cercanos a su lugar de origen; luego se desplazan a ciudades más grandes, que suelen ser las capitales regionales desde donde es fácil para muchos emigrar después a la capital del país.
Según el Censo de 1992, el total de migrantes en el país; en el período 1987-1992, fue de 800.940 personas, de las cuales un 49%
El movimiento migratorio de la población rural se realiza por etapas. Primeramente los migrantes se dirigen a los centros urbanos más pequeños y cercanos a su lugar de origen; luego se desplazan a ciudades más grandes, que suelen ser las capitales regionales desde donde es fácil para muchos emigrar después a la capital del país.
Según el Censo de 1992, el total de migrantes en el país; en el período 1987-1992, fue de 800.940 personas, de las cuales un 49%
6,3.POBLACIÓN URBANA.
Es la que reside en localidades con determinadas características: la agrupación planificada de un cierto número de personas y viviendas; la disponibilidad de servicios de agua potable, alcantarillado, luz eléctrica, comercio, y centros de comunicación. Según el INE, "urbano" es todo asentamiento que posea rasgos de urbanización, con un mínimo de 60 viviendas agrupadas y una población no inferior a 301 habitantes.
Pero el indicador más importante para diferenciar la población urbana de la rural, es el tipo de actividad que realiza. La población urbana realiza actividades relacionadas con los sectores secundario y terciario.
6,4.POBLACIÓN RURAL.
Confirmando las tendencias manifestadas en los censos anteriores, las regiones de Tarapacá, Antofagasta y Atacama en el Norte siguen teniendo saldos migratorios positivos, al igual que las regiones sureñas y centrales de Aisén, Magallanes, Valparaíso, del Libertador B. O'Higgins y Metropolitana. Las otras regiones, en las que la población agrícola es mayor, tienen saldos migratorios negativos, ya que siguen expulsando población hacia los centros urbanos.
En resumen, la población de las áreas rurales sigue mirando hacia los grandes centros, como la meta para su aspiración de surgimiento; los grandes y pequeños centros urbanos se convierten en focos de inmigración que reciben el flujo del éxodo rural. La Región Metropolitana sigue siendo atractiva para todos los habitantes del país pero en menor medida que en períodos anteriores, y su población sigue manteniendo, desde hace treinta años, un porcentaje similar de la población total del país, lo que significaría que hay ciertos avances en el proceso de regionalización.
7. CARACTERÍSTICAS EDUCACIONALES DE LA POBLACIÓN
El nivel de educación alcanzado por la población en general, es un indicador del grado de desarrollo en que se encuentra un país.
La variable más importante es el nivel de alfabetización, que en nuestro país se ha elevado en un plazo relativamente corto. A partir de la Ley de Instrucción Primaria Obligatoria dictada en 1920, y promulgada con el texto definitivo en 1929, se impulsa la alfabetización y la escolarización en el país. A comienzos de siglo, solo la mitad de la población de 15 años sabía leer y escribir; a partir de 1950 llegaba a más de un 80%, y en los últimos censos sobrepasa el 90%. A nivel regional esta tasa varía, según sean las características urbanas y rurales de la región. Los sectores urbanos cuentan con un mejor equipamiento educacional; en cambio, en los sectores rurales tienen un infraestructura insuficiente.
El nivel educacional de un país se conoce también por el número de personas matriculadas en escuelas y centros de estudios superiores. En Chile, el número total de alumnos matriculados en 1993 corresponde a 3.242.316 alumnos, que representan un 24% del total de la población del país. Este porcentaje es inferior al del año 82 (27%), lo que podría explicarse por la disminución de la población de niños y jóvenes, producto de la tendencia al envejecimiento poblacional, lo que se manifiesta notoriamente en la disminución de matriculas de la Enseñanza Básica.
Por otra parte, el aumento de matriculados en la Enseñanza Preescolar está en relación directa con la mayor participación de la mujer en el campo laboral; y el aumento de matrículas en la Educación Superior se explica por el número de universidades que han proliferado a partir de la promulgación de la Ley de Universidades de 1981.
A pesar del notorio aumento de la Educación Superior, es igualmente bajo el porcentaje, considerando que nuestra población es mayoritariamente joven y adulta. Preocupan los jóvenes que no tienen acceso a las universidades, por puntajes o por incapacidad económica, ya que las nuevas universidades son todas de carácter particular. Es importante impulsar la enseñanza técnica e industrial con carreras medias, para lograr un mayor aprovechamiento y transformación de nuestros recursos en bienes productivos, contribuyendo así aun mayor grado de desarrollo nacional.
La variable más importante es el nivel de alfabetización, que en nuestro país se ha elevado en un plazo relativamente corto. A partir de la Ley de Instrucción Primaria Obligatoria dictada en 1920, y promulgada con el texto definitivo en 1929, se impulsa la alfabetización y la escolarización en el país. A comienzos de siglo, solo la mitad de la población de 15 años sabía leer y escribir; a partir de 1950 llegaba a más de un 80%, y en los últimos censos sobrepasa el 90%. A nivel regional esta tasa varía, según sean las características urbanas y rurales de la región. Los sectores urbanos cuentan con un mejor equipamiento educacional; en cambio, en los sectores rurales tienen un infraestructura insuficiente.
El nivel educacional de un país se conoce también por el número de personas matriculadas en escuelas y centros de estudios superiores. En Chile, el número total de alumnos matriculados en 1993 corresponde a 3.242.316 alumnos, que representan un 24% del total de la población del país. Este porcentaje es inferior al del año 82 (27%), lo que podría explicarse por la disminución de la población de niños y jóvenes, producto de la tendencia al envejecimiento poblacional, lo que se manifiesta notoriamente en la disminución de matriculas de la Enseñanza Básica.
Por otra parte, el aumento de matriculados en la Enseñanza Preescolar está en relación directa con la mayor participación de la mujer en el campo laboral; y el aumento de matrículas en la Educación Superior se explica por el número de universidades que han proliferado a partir de la promulgación de la Ley de Universidades de 1981.
A pesar del notorio aumento de la Educación Superior, es igualmente bajo el porcentaje, considerando que nuestra población es mayoritariamente joven y adulta. Preocupan los jóvenes que no tienen acceso a las universidades, por puntajes o por incapacidad económica, ya que las nuevas universidades son todas de carácter particular. Es importante impulsar la enseñanza técnica e industrial con carreras medias, para lograr un mayor aprovechamiento y transformación de nuestros recursos en bienes productivos, contribuyendo así aun mayor grado de desarrollo nacional.
Síntesis
La población chilena es mestiza y blanca en su gran mayoría. Este mestizaje racial plantea hoy muchas interrogantes con relación a una identidad nacional; Tendemos a negar nuestro origen étnico en vez de asumir la síntesis que significa la fusión de culturas diferentes.
Chile posee una densidad poblacional de 18 h/km2 que resulta baja en relación a la superficie del país. Esto se debe a factores naturales y culturales que han condicionado un poblamiento en las zonas bajas de Chile Central, en desmedro de las regiones extremas del Norte y del Sur que tienen una geografía abrupta y un clima más riguroso. Esta tendencia esta variando, especialmente en las regiones del Norte. Por otra parte, la capital del país crece en forma desmedida, originando un gran desequilibrio en relación a las demás regiones.
La población chilena crece con un ritmo ininterrumpido desde el siglo pasado. Hasta hace un par de décadas la estructura de la población se caracterizaba por ser mayoritariamente infantil y joven; hoy día, el dinamismo poblacional se encuentra en una situación de tránsito demográfico: del predominio de una población joven se tiende al de una población envejecida, propia dejos países desarrollados.
La población económicamente activa sigue en aumento; sus actividades se concentran especialmente en el sector terciario, y dentro de este, el area de servicios. A pesar de esta notoria "terciarización", Chile se mantiene como país en vías de desarrollo. Para lograr la condición de país desarrollado le queda bastante camino por recorrer y necesita, entre otros factores, seguir expandiendo el sector secundario, que concentra las estructuras productivas industriales, para configurar así una economía más sólida y menos dependiente. La población económicamente activa (PEA) representa parte del potencial requerido por el país para ampliar su estructura productiva.
Chile es un país altamente urbanizado, especialmente en la capital, laV y VI región y los extremos Norte y Sur. Este alto grado de urbanización provoca grandes desequilibrios que se reflejan en la megalópolis que es Santiago, y el desarrollo urbano de las capitales regionales. Los movimientos migratorios internos confirman lo anterior: nuestra población emigra del mundo rural hacia las ciudades, las capitales regionales, y especialmente a Santiago.
El nivel educacional de la población chilena esta si tomamos como indicador el alfabetismo (más de un 90%) y la gran expansión de los niveles educacionales: preescolar, escolar y superiorcientífico-profesional. Se requiere ahora poner el acento en un incremento de la educación técnico-industrial que absorba a una población joven y adulta en crecimiento,para que pueda tener acceso a la calificación y especialización que demandan las necesidades del país.
Chile posee una densidad poblacional de 18 h/km2 que resulta baja en relación a la superficie del país. Esto se debe a factores naturales y culturales que han condicionado un poblamiento en las zonas bajas de Chile Central, en desmedro de las regiones extremas del Norte y del Sur que tienen una geografía abrupta y un clima más riguroso. Esta tendencia esta variando, especialmente en las regiones del Norte. Por otra parte, la capital del país crece en forma desmedida, originando un gran desequilibrio en relación a las demás regiones.
La población chilena crece con un ritmo ininterrumpido desde el siglo pasado. Hasta hace un par de décadas la estructura de la población se caracterizaba por ser mayoritariamente infantil y joven; hoy día, el dinamismo poblacional se encuentra en una situación de tránsito demográfico: del predominio de una población joven se tiende al de una población envejecida, propia dejos países desarrollados.
La población económicamente activa sigue en aumento; sus actividades se concentran especialmente en el sector terciario, y dentro de este, el area de servicios. A pesar de esta notoria "terciarización", Chile se mantiene como país en vías de desarrollo. Para lograr la condición de país desarrollado le queda bastante camino por recorrer y necesita, entre otros factores, seguir expandiendo el sector secundario, que concentra las estructuras productivas industriales, para configurar así una economía más sólida y menos dependiente. La población económicamente activa (PEA) representa parte del potencial requerido por el país para ampliar su estructura productiva.
Chile es un país altamente urbanizado, especialmente en la capital, laV y VI región y los extremos Norte y Sur. Este alto grado de urbanización provoca grandes desequilibrios que se reflejan en la megalópolis que es Santiago, y el desarrollo urbano de las capitales regionales. Los movimientos migratorios internos confirman lo anterior: nuestra población emigra del mundo rural hacia las ciudades, las capitales regionales, y especialmente a Santiago.
El nivel educacional de la población chilena esta si tomamos como indicador el alfabetismo (más de un 90%) y la gran expansión de los niveles educacionales: preescolar, escolar y superiorcientífico-profesional. Se requiere ahora poner el acento en un incremento de la educación técnico-industrial que absorba a una población joven y adulta en crecimiento,para que pueda tener acceso a la calificación y especialización que demandan las necesidades del país.
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