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lunes, 5 de noviembre de 2012

PERFIL DEMOGRÁFICO DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE (GUÍA DE CONTENIDOS DE GEOGRAFÍA DE AMÉRICA LATINA)

GUÍA DE GEOGRAFÍA DE AMÉRICA LATINA N° 01
TEMA: PERFIL DEMOGRÁFICO DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
PROFESOR. MIGUEL VARGAS 
ASIGNATURA. GEOGRAFÍA GENERAL 
CONTENIDOS :AMÉRICA SE PUEBLA,INDÍGENAS, EUROPEOS Y MESTIZOS, NEGROS, MULATOS Y ZAMBOS SÍNTESIS ÉTNICA, INMIGRACIONES MÁS RECIENTES, MIGRANTES LATINOAMERICANOS Y CARIBEÑOS,EL ESPACIO POLÍTICO y HUMANO EN LA ACTUALIDAD, UNA VISIÓN GLOBAL DE LA POBLACIÓN,MODELO DE TRANSICIÓN DEMOGRÁFICA EN AMÉRICA LATINA, POBLAMIENTO Y CRECIMIENTO URBANO,CIUDADES DE AYER  Y HOY EN AMÉRICA

1. AMÉRICA SE PUEBLA
Entre 25.000 a 15.000 años atrás, emergió un corredor natural entre el extremo Nororiental de Asia y Alaska (Estrecho de Bering), que permitió el poblamiento de América desde el Oeste. Después de cru­zar este paso, los hombres avanzaron hacia el Sur, hasta alcanzar Tierra del Fuego, en el extremo meridional de América. A lo largo de esta variada geografía los primeros pobladores crearon diversas for­mas culturales, las que comenzaron a ser drásticamente alteradas a partir del siglo XVI cuando los europeos -principalmente españoles y portugueses- se asentaron en América.
La llegada de los conquistadores provocó una crisis demográfica en el interior de las comunidades indígenas. Este trastorno se produjo por vía violencia que acompañó el proceso mismo de conquista y por el deterioro general en las condiciones de vida de los pueblos aborígenes. Así los descendientes de los primeros pobladores americanos fueron sometidos a trabajos forzados, desarraigados de sus comunidades y cayeron víctimas de nuevas enfermedades, por lo que su número se re­dujo considerablemente.

1.1. INDÍGENAS, EUROPEOS Y MESTIZOS
Un importante número de aborígenes se mezcló con los invasores ibé­ricos, generándose así un nuevo grupo étnico, los mestizos. Estos pre­sentan rasgos físicos y culturales americanos y europeos. Otros indí­genas se reagruparon formando nuevas comunidades rurales, que subsisten hasta nuestros días e integran gran parte del campesinado mexicano, guatemalteco, peruano y boliviano. En cambio, gran parte de las pequeñas comunidades recolectoras, cazadoras y pescadoras sobrevivieron solo hasta el siglo XIX. En ese momento se produjo su extinción como consecuencia del mestizaje, las enfermedades y de la política de consolidación de fronteras de los nuevos Estados naciona­les. Así ocurrió, por ejemplo, con los onas, alacalufes y yámanas de Chile Austral y los grupos caribeños antillanos.

1.2. NEGROS, MULATOS Y ZAMBOS
La falta de mano de obra indígena derivada de su violenta disminu­ción, estimuló tempranamente la inmigración forzosa de población originaria de África. Desde el siglo XVI se les incorporó principalmen­te al trabajo en las plantaciones de caña de azúcar, especie introducida en América por los europeos. Además, los africanos fueron traídos con el propósito de que prestaran servicios domésticos en las casas y ha­ciendas de las zonas templadas. Al vincularse la población africana con la europea, surgió el mulato, y de la unión entre el africano y el in­dígena, el zambo.

1.3. SÍNTESIS ÉTNICA
El elemento indígena oriundo de Asia, el europeo -hispano y portu­gués- y el africano integran la base étnica sobre la que se fue configu­rando la realidad del hombre latinoamericano.
Otros europeos, como los ingleses, los franceses y los holandeses, lograron establecerse en las islas del Caribe (antillanas) y las pequeñas áreas continentales, lo que favoreció una mayor diversidad humana y cultural en nuestra América.
demográficas importantes. En estas zonas las condiciones climáticas, los recursos naturales, la oferta de servicios e industrialización, contri­buyen a explicar dicho fenómeno. A la inversa, también encontramos áreas extensas poco pobladas, de baja densidad demográfica. Brasil, por ejemplo, es un país con una gran superficie (8.512.000 km2) y tiene la mayor población de Latinoamérica (164.400.000 habitantes); sin embargo, su densidad (19 hablkm2) es bastante inferior a la de México (47 hablkm2). La información de su densidad nacional resulta poco sig­nificativa si consideramos que una extensa zona de su superficie, la cuenca amazónica, es anecúmene, es decir, poco habitable, al contrario de lo que ocurre en las regiones costeras.

2. INMIGRACIONES MÁS RECIENTES
A lo largo de los siglos XIX y XX, nuevos grupos de inmigrantes desem­barcaron en las costas latinoamericanas y caribeñas. Durante el siglo pasado, un grupo importante de chinos ingresó al territorio costero del Perú, atraído por ofertas de trabajo en las guaneras litorales. Empre­sarios les financiaban el transporte por mar y les prometían buenos sa­larios. Sin embargo, el costo del viaje era tan alto que terminaban sien­do deudores de "por vida", es decir, esclavos. En 1876, comenzó la "cri­sis guanera" debido a la elaboración de fertilizantes sustitutivos. En­tonces los chinos se incorporaron a las faenas agrícolas en las planta­ciones azucareras, ya la construcción de vías férreas que conectan la sierra con el litoral peruano.
También en el siglo XIX ingresaron nuevos grupos de negros a Cuba. Hacia 1820, se contabilizaban 20.000 esclavos negros en esta isla cari­beña, los que aumentaron a 200.000 hacia 1870. A esta inmigración se agregan 125.000 chinos de Cantón, también reducidos a la esclavitud. Ambos grupos humanos fueron los artífices de la expansión de la eco­nomía cubana derivada de la explotación de la caña de azúcar y del café. A fines del siglo XIX, generalizada la abolición de la esclavitud, las islas caribeñas de Trinidad y Jamaica introdujeron trabajadores asiáticos: indios, chinos y javaneses.
Hacia 1870 una nueva oleada de inmigrantes europeos llegó preferen­temente a Argentina, Uruguay y Brasil. La navegación a vapor favo­reció su travesía. Eran trabajadores agrícolas italianos, españoles y alemanes; o bien, personas que salieron de países sometidos a fuertes tensiones políticas, en especial, polacos, franceses, portugueses y rusos. Muchos de ellos se dedicaron a desarrollar negocios y pequeñas industrias, otros se convirtieron en colonos agrícolas, como ocurrió en las tierras del Sur del Brasil (Río Grande, Santa Catarina y Paraná) y en el Sur de Chile (V aldivia, Puerto Varas, Puerto Montt).
Aunque la inmigración europea fue apoyada por diversos Estados la ­tinoamericanos, no siempre dio los frutos esperados. En muchos ca­sos, las tierras entregadas a los nuevos pobladores fueron insuficien­tes, debido a que la oligarquía terrateniente buscó resguardar sus in­tereses económicos. En consecuencia, para muchos inmigrantes la gran ciudad resultó más atractiva.
En el siglo XX se han producido dos nuevas corrientes inmigrato­rias europeas, cuantitativamente menos significativas que la del si­glo anterior. Ambas ocurrieron al término de las grandes conflagracio­nes mundiales.
Los regímenes totalitarios europeos que surgieron tras la Primera Guerra Mundial, favorecieron la emigración de alemanes, italianos y españoles. Después de la Segunda Guerra Mundial viajan a nuestro continente nazi y fascista en busca de refugio y anonimato.
También en este siglo ha ido aumentando progresivamente el número de japoneses en Brasil, Perú y Bolivia. Así, la región boliviana del Be­ni (llanura del Chaco) fue transformada en una rica zona arrocera por los nipones. En las últimas décadas, han aumentado los inmigrantes coreanos del Sur y taiwaneses, los cuales se dedican principalmente al comercio (establecimientos culinarios) ya pequeñas industrias de in­dumentaria y accesorios (ropa deportiva, mochilas, entre otros).

2.1.-MIGRANTES LATINOAMERICANOS Y CARIBEÑOS
La población de los países latinoamericanos y caribeños también se moviliza hacia otras latitudes. Particularmente destacan cubanos, puertorriqueños y mexicanos cuyo destino preferido es algún Esta­do de Norteamérica. La mayoría de estos migrantes entran ilegal­mente a Estados Unidos o Canadá, lo que les impide acceder a un tra­bajo bien remunerado.
En la década del '70, grupos de argentinos, uruguayos y chilenos emigraron hacia Europa, Australia o hacia otros países de nuestro continente por razones principalmente políticas y laborales.

3.-EL ESPACIO POLÍTICO y HUMANO EN IA ACTUALIDAD
Cerrando el siglo XX, diversas naciones integran el espacio físico-polí­tico de América Latina y el Caribe. Al Sur del río Grande viven en te­rritorio mexicano 95,5 millones de personas, cifra muy alta si se com­para con la de Guatemala (10,9 millones), Honduras (5,8 millones), El Salvador (5,9 millones), Nicaragua (4,6 millones), Costa Rica (3,5 mi­llones) y Panamá (2,7 millones). También han de ser considerados los 200 mil habitantes de Belice, pequeño país que antiguamente se lla­maba Honduras Británica.
En el espacio caribeño se destaca por el número de sus habitantes Cu­ba (11,1 millones), seguida por Haití y República Dominicana (8 millo­nes de habitantes cada uno), y Jamaica con 2,5 millones. Puerto Rico (3,7 millones) presenta una particularidad dentro de América Latina, ya que a su población se le concedió la nacionalidad estadounidense en 1952, cuando se declararon Estado asociado de EE UU .Por otra parte, la zona del Canal de Panamá y las Islas Vírgenes occidentales son lu­gares que están bajo la soberanía norteamericana.
Otras islas caribeñas -por lo general de extensión reducida- aún no constituyen Estados independientes, es decir, se mantienen como co. lonias europeas. Son los casos de:
-St. Pierre y Miquelón, Guadalupe y Martinica, todos departamen­tos franceses de ultramar .
-Caymán, Islas Vírgenes orientales, Montserrat, Turks y Caicos y Bermudas, colonias del Reino Unido.
-Antillas Holandesas y Aruba, territorios autónomos dependientes de la corona de los Países Bajos.
En Sudamérica destaca Brasil con 164,4 millones de personas, en se. gundo lugar Colombia con 35,7 millones, seguida estrechamente por Argentina (35 millones). Perú y Venezuela alcanzan los 24,2 millones y 22,3 millones, respectivamente. En Chile hay 14,5 millones de habitantes, en Ecuador 11,7, en Bolivia 7,6 y en Paraguay 5,1.  Cierralalis­ta Uruguay con 3,2 millones de habitantes.
En Sudamérica al igual que en el área caribeña encontramos encla. ves extranjeros: francés en la Guayana Francesa e inglés en las islas Malvinas. Además hay vestigios de colonización inglesa y holandesa en Guyana y Surinam, territorios que solo adquirieron la calidad de república en los años 1970 y 1975, respectivamente.

4.- UNA VISIÓN GLOBAL DE LA POBLACIÓN
En 1996la población mundial estimada fue de 5.804,1 millones de personas, de los cuales 490,4 habitan en América Latina y el Caribe. De este total, 325,1 millones viven en América del Sur (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela), 129,1 millones en Centroamérica (Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua y Panamá), y 36,2 millones en las islas caribeñas (Cuba, Haití, Jamaica, Puerto Ri­co, República Dominicana, Trinidad y Tobago e islas menores).

4.1. AQUÍ NOS CONCENTRAMOS
América Latina y el Caribe tiene una población distribuida muy de. sigualmente. Los espacios de mayor poblamiento son el centro de México, América Central y el Caribe, los valles centrales de Co­lombia, el litoral de Venezuela, la costa Sudeste del Brasil y la zo­na del Río de la Plata.
Estas concentraciones humanas se explican por factores tanto geográ. fico-físicos como histórico-culturales. Entre los primeros destacan las condiciones climáticas más benignas de las tierras altas del medio tropical, las áreas de suelos aptos para los cultivos de plantación (café, cacao, algodón, caña de azúcar, plátanos), la disponibilidad de pastos naturales para la ganadería y la existencia de importantes depósitos de combustibles fósiles (petróleo ). Entre los factores histó­rico-culttírales que explican las actuales concentraciones de población tenemos: los asentamientos históricos de larga data (meseta central mexicana), las zonas de desembarco de oleadas inmigratorias ex­tracontinentales (islas caribeñas, costa atlántica sudamericana), yel desarrollo industrial en áreas urbanizadas (Caracas-Maracaibo, Buenos Aires, Santiago de Chile).
Naturalmente ambos tipos de factores interactúan en las distintas regiones. Así, por ejemplo, en las tierras altas de México se desarrolló tempranamente el imperio Azteca, por lo que hoy existe allí una gran actividad industrial que favorece la concentración demográfica. En el Sudeste del Brasil se encuentran suelos óptimos para el desarrollo de la producción cafetalera, rubro que no solo atrajo mano de obra de manera creciente, sino que además estimuló el desarrollo portuario e industrial de esa zona, incorporándose a ella una cantidad significativa de inmigrantes europeos que intensificaron el flujo comercial entre Sudamérica y Europa.

4.2. ESPACIOS DÉBILMENTE POBLADOS
En América también existen espacios geográficos que por sus condi­ciones físicas y climáticas, dificultan los asentamientos de pobla­ción permanentes y numéricamente significativos. Son los casos de la Amazonia, área de densa selva tropical, el desierto de Atacama por su extrema aridez, la zona andina de latitudes medias altas cubier­tas de nieves eternas , islas  e islotes de tundra de Chile  Austral y a la fría meseta patagónica argentino-chilena.

4.3. POBLACIÓN Y TERRITORIO
Los países con una superficie reducida tienden a mostrar una alta den­sidad poblacional. Son los casos de El Salvador (262,2 hablkm2, 1993), Haití (248,8 hablkm2, 1993) y República Dominicana (157,5 hablkm2, 1993). Otros ejemplos más extremos, debido a que la densidad de los territorios no alcanza el kilómetro cuadrado, son las Islas Vírgenes occidentales de Estados Unidos (0,2 km2) y Granada (0,3 km2) con 356 y 303 hablkm2, respectivamente.
La cantidad de habitantes por km2 es un dato poco relevante, ya que no nos informa del modo como se distribuye la población al interior de un país determinado.
De hecho, en cada país hay áreas de extensión más o menos reducida, con una alta concentración de población y, por lo tanto, con densidades
demográficas importantes. En estas zonas las condiciones climáticas, los recursos naturales, la oferta de servicios e industrialización, contri­buyen a explicar dicho fenómeno. A la inversa, también encontramos áreas extensas poco pobladas, de baja densidad demográfica. Brasil, por ejemplo, es un país con una gran superficie (8.512.000 km2) y tiene la mayor población de Latinoamérica (164.400.000 habitantes); sin embargo, su densidad (19 hablkm2) es bastante inferior a la de México (47 hablkm2). La información de su densidad nacional resulta poco sig­nificativa si consideramos que una extensa zona de su superficie, la cuenca amazónica, es anecúmene, es decir, poco habitable, al contrario de lo que ocurre en las regiones costeras.

4.4. ÍNDICES DEMOGRÁFICOS
A nivel mundial, la población de Latinoamérica y el Caribe registra índices muy positivos en varios aspectos. Por ejemplo, la tasa actual de crecimiento demográfico es considerablemente menor que la de la década de los '60, cuando muchos países se acercaron o superaron la tasa anual del 3%. En cambio, en el decenio 1980-1990, la tasa me­dia anual solo fue de un 2,1 %, proyectándose para fines del siglo una tasa media anual de 1,7%.
La tasa de fecundidad, es decir, el promedio de hijos por mujer, tam­bién descendió significativamente entre la década de los 60 (6,0 hijos por mujer) y la década de los '80 (3,4 hijos por mujer). Por otra parte, en este mismo lapso de tiempo la esperanza de vida al nacer aumen­tó de 56 a 67 años.
El descenso de las tasas de crecimiento y fecundidad refleja cambios en el comportamiento de las personas frente a la procreación. En la actualidad muchas mujeres están capacitadas para trabajar fuera del hogar, lo que las lleva a postergar o distanciar los embarazos. Esta opción es favorecida por la alta difusión de distintos métodos anti­conceptivos, a los que se puede acceder particularmente o bien son provistos por las instituciones públicas. En este último caso, el Esta­do busca regular el crecimiento demográfico con el propósito de alcanzar determinadas metas económicas y sociales, entre otras, de­tener la expansión de la pobreza.
El aumento de la esperanza de vida está directamente relacionado con el descenso en las tasas de mortalidad y refleja los avances logrados en el campo de la salud pública, como el mejoramiento de la infraes­tructura sanitaria y la aplicación de campañas de vacunación para erradicar las enfermedades contagiosas.

5,. MODELO DE TRANSICIÓN DEMOGRÁFICA EN AMÉRICA LATINA
Las cifras globales no revelan las realidades nacionales ni la situación de determinados grupos sociales al interior de una nación.
Si fijamos nuestra mirada en diversos países de América Latina y el Caribe, observaremos importantes diferencias. Así, por ejemplo, en el último quinquenio 1990-1995, Guatemala, Honduras y Nicaragua re­gistraron una tasa de crecimiento anual media de 2,9 por cada 100 habitantes; en cambio, Brasil, Colombia y Perú, en el mismo período, registran 1,7 por cada 100 habitantes.
En lo que se refiere a la esperanza de vida al nacer, también se regis­tran diferencias significativas. En Costa Rica, la edad promedio en el último quinquenio 1990-1995, alcanzó los 76,3 años, en Cuba 75,3, en Haití solo 56,6, y en Bolivia 59,3 años.
Para observar con más detención la realidad de los países de Latinoa­mérica y el Caribe nos apoyaremos en el Modelo de Transición De­mográfica. Si bien este modelo es fruto de la observación de la evolu­ción de la natalidad y la mortalidad en los países industrializados de Europa occidental, resulta útil para entender la situación particular de nuestros países. Recordemos el diagrama de la página 158. En él se muestran cuatro fases, que si las aplicamos a Latinoamérica po­dremos ver lo siguiente:
-países de transición incipiente, es decir, con una alta natalidad y mortalidad, por lo tanto de crecimiento moderado. Son los casos de Bo­livia y Haití, que tienen poblaciones muy jóvenes.
-países de transición moderada, con una alta natalidad y una mor­talidad moderada, por lo que su crecimiento natural es elevado. En esta situación se encuentran El Salvador, Guatemala, Honduras, Ni­caragua y Paraguay.
-países en plena transición, con una natalidad y mortalidad mode­rada o baja, lo que determina un crecimiento natural moderado. En este grupo está la mayoría de la población de América Latina: Brasil, Colombia, Costa Rica, Perú, República Dominicana, Venezuela, Su­rinam, Trinidad y Tobago.
-países en transición avanzada, con una natalidad baja y una mor­talidad moderada o baja, lo que se traduce en un crecimiento natural bajo. Argentina, Chile, Cuba, Uruguay, Bahamas, Barbados, Guada­lupe, Martinica y Jamaica integran este grupo. Entre estos, Argenti­na y Uruguay destacan por su baja fecundidad histórica, lo que los asemeja estrechamente a los países de estructura más envejecida de Europa.

5.1. EDAD Y SEXO
Desde el punto de vista demográfico, Latinoamérica es un continente joven, porque su población se concentra mayoritariamente en el grupo de edades de 0-15 años. Esta realidad es observable sobre todo en paí­ses de alta natalidad. Sin embargo, también debemos considerar la si­tuación de países cuya natalidad es moderada o baja, los cuales están en proceso de asemejarse a las naciones con estructuras de población adulta o bien envejecida. Son los casos de Chile, Argentina, Uruguay y Paraguay en el cono Sudamericano.
Siguiendo la tendencia natural, en Latinoamérica y el Caribe predo. minan las personas de sexo femenino; pero también es posible en­contrar áreas donde la población masculina es mayoritaria, particu­larmente en aquellas cuyas actividades económicas privilegian la ma­no de obra varonil, como las labores mineras, forestales y ganaderas.

5.2. ECONÓMICAMENTE DEPENDIENTES O INDEPENDIENTES
La estructura por edades de la población contribuye a revelar su grado de dependencia. Se considera población dependiente a aquella me­nor de 15 años y mayor de 65 años. Los países que están en la etapa de transición incipiente, moderada, o avanzada, tienen una cantidad
significativa de pobladores dependientes en relación a la pobla­ción que contribuye a sostenerlos. Sin embargo, más allá de cual­quier cifra estadística, existe la realidad concreta de los niños y prea­dolescentes que tempranamente se incorporan a trabajos informales, generando recursos por cuenta propia para poder subsistir, y de adul­tos mayores quienes, a pesar de haberse jubilado, siguen desempe­ñando trabajos debido, en la gran mayoría de los casos, al bajo nivel de sus pensiones de vejez.

6. POBLAMIENTO Y CRECIMIENTO URBANO
La población latinoamericana y caribeña habita preferentemente en urbes, lo que la distingue de la población de otras regiones de insufi­ciente desarrollo. Esta tendencia se ha venido acentuand9 desde la década de los '60 en adelante. Se proyecta que a fines del segundo milenio, e175% de la población vivirá en las ciudades. El porcenta­je de población urbana varía en los distintos países de la región. Como ejemplos extremos, tenemos a Venezuela con un porcentaje superior al 90%, y Haití que bordea el 30%.
Este proceso de urbanización que vive la población latinoamerica­na se aceleró al implementarse políticas pro-industrializadoras en la zona, sobre todo en la década de los sesenta del siglo XX, cuando se concebía que el crecimiento económico de Latinoamérica y el Caribe dependía del procesamiento interno de las materias primas, de la disminución de las importaciones desde el exterior y, en general, de la obtención de una balanza comercial favorable. El proceso continúa hoy favorecido por la creciente terciarización de la economía, es de­cir, por la expansión del comercio interno y la multiplicación de los servicios, y además, por el descenso de la tasa de mortalidad en las ciudades.
Los procesos de industrialización contribuyeron a la constante mi­gración campo-ciudad, fenómeno que aún no se detiene y que pro­voca un impacto negativo sobre la estructura de varias ciudades de primera jerarquía, en especial en las capitales nacionales, lo que produce un grave deterioro en la calidad de vida de los habitantes de las grandes ciudades.
A simple vista, podemos pensar que los habitantes urbanos tienen la posibilidad de acceder a una serie de servicios que en el medio rural son muy precarios o están ausentes; no obstante, la expansión creciente de la población urbana ha significado una presión muy fuerte sobre la infraestructura de servicios de las antiguas ciudades latinoamericanas, cuyo trazado original-que se remonta a la época colonial­ no fue concebido para satisfacer las necesidades de poblaciones muy numerosas. Por ello, permanente­mente deben realizarse costosas inversiones en obras que buscan por una parte regular el funcionamiento de la ciudad, la que rápidamente se satura, tales co­mo ensanchamiento de calles y avenidas o construc­ción de vías alternativas, y, por otra, favorecer el acce­so de los habitantes a servicios básicos (salud, educación, vivienda).
La constante afluencia de nuevos habitantes ha generado además el desmesurado crecimiento horizontal de la ciudad, la densifica­ción urbana a través del crecimiento vertical (edificios altos), el en. carecimiento del transporte interno y la improvisada construcción de viviendas muy precarias, las que conforman barrios marginales conocidos con diversos nombres según los países: villas miseria en Argentina, favelas en Brasil, pueblos jóvenes en Perú, precaristas en México, ranchos en Venezuela, poblaciones callampas en Chile, entre otros. Estos barrios periféricos no disponen de un equipamiento bási­co que contribuya al resguardo de la salud integral de sus habitantes, tales como redes de agua potable y alcantarillado, luz eléctrica, servi­cio de extracción de basuras, alumbrado público y calles pavimenta­das, entre otros.
El impacto económico, social y cultural de la urbanización es tanto o más importante que el material. Cesantía, subempleo, deserción eso colar temprana, vagancia, delincuencia, marginalidad, prostitución infantil, violencia callejera adquieren dimensiones preocupan­tes en las grandes ciudades latinoamericanas, como Sao Paulo (Bra­sil), Ciudad de México y Buenos Aires (Argentina).
En los últimos años, se ha desarrollado una nueva tendencia: han co­menzado acrecer a un ritmo mayor las ciudades intermedias, que actúan generalmente como cabezas de región o provincias, en desme­dro de las grandes metrópolis.

6.1. URBES DIVERSAS
A la llegada de los colonizadores europeos existían ya ciudades en América, tales como Tenochtitlán (México) y Cuzco (Perú), de las cuales hoy solo quedan básicamente sus cimientos.
Por regla general, las ciudades latinoamericanas y del Caribe más importantes que datan de la colonización hispano-portuguesa del siglo XVI, siguen el patrón de damero o tablero de ajedrez (españolas), o bien, son caóticas (portuguesas), Esto se explica por las carac­terísticas de los territorios donde fueron emplazadas y por las funciones que se pretendía que cumplieran. Los españoles establecieron sus ciudades preferentemente en tierras llanas; los portugueses, en cam­bio, escogieron promontorios rocosos, con el objeto de privilegiar la fun­ción defensiva.

6.2. EXPANSIÓN ECONÓMICA Y CRECIMIENTO URBANO
La expansión explosiva de numerosas ciudades se produjo funda­mentalmente a partir de fines del siglo XIX, como consecuencia de la demanda mundial de determinados productos. Por ejemplo, el cau­cho fomentó el desarrollo urbano de Manaus (Brasil), el salitre favore­ció al puerto de Antofagasta (Chile), y el café estimuló el desarrollo ur­bano de Silo Paulo (Brasil). En el siglo XX, las actividades del rubro minero-energético promovieron el crecimiento de Maracaibo (Vene­zuela) y Comodoro Rivadavia (Argentina) gracias a la extracción del petróleo. A su vez, la riqueza que generó la explotación de estas mate­rias primas fue monopolizada por pequeños grupos que reinvirtieron preferentemente sus utilidades en las ciudades capitales, favoreciendo la creciente metropolización de las mismas. Son los casos de Silo Pa­ulo, Buenos Aires, Montevideo, Santiago de Chile y Caracas

6.3 LA  CIUDAD  OFERTA DE TRABAJO
En el medio urbano de América Latina y el Caribe, las ofertas labora­les provienen principalmente del sector terciario de la economía, Son los casos de Argentina, Chile, Jamaica, Panamá, Uruguay y Ve­nezuela, donde más de150% de su Población Económicamente Activa (PEA) trabaja en este sector. Los servicios de salud, educacionales, financieros, de transporte y comerciales, ofertan trabajos que requie­ren de distintos niveles de educación y cuyas remuneraciones son ge­neralmente insuficientes.
El sector secundario, esto es, la industria, ha reducido fuertemente el uso de la mano de obra a partir de la crisis económica de los años '80, la que llevó al cierre de numerosas empresas por su falta de competitivi­dad. Desde entonces, el empleo industrial no se ha reactivado, más bien muestra una tendencia a contraerse como consecuencia de la modernización tecnológica de las empresas.
Si bien en América Latina y el Caribe también se experimenta la ten­dencia mundial hacia la terciarización de la economía, aún hay países donde las actividades primarias (agraria, ganadera, forestal, pes­quera y minera) brindan oportunidades laborales debido a la ausencia de tecnologías modernas que puedan suplir la mano de obra. Es el ca­so de la mayoría de las naciones centroamericanas (Guatemala, Hon­duras, El Salvador y Nicaragua) y de algunas sudamericanas: Perú, Bolivia y Paraguay. Así, por ejemplo, el cultivo de la coca ha favorecido el arraigo de población peruana y boliviana en los valles húmedos in­teriores, y las plantaciones tropicales, con cultivos destinados a la exportación, también demandan una gran cantidad de mano de obra.

6.4. EVALUACIÓN FINAL
América Latina y el Caribe comprende diversas realidades demo­gráficas. Si bien su población sigue creciendo, lo hace aun ritmo más lento que en décadas pasadas debido a las políticas de control de la na­talidad, y al beneficio derivado del mejoramiento de los sistemas de salud y salubridad públicas, que lograron reducir significativamente la tasa de mortalidad y aumentar la expectativa de vida al nacer. Los pro­blemas que hoy subsisten son el resultado de estructuras económicas deficitarias, incapaces de responder de manera adecuada a la creciente demanda de servicios básicos y empleo, elementos que gravitan fuerte­mente al momento de considerar el nivel de vida real de la población.

6.5.-CIUDADES DE AYER  Y HOY
Antes que llegaran las naves europeas a las costas caribeñas, las culturas
nativas americanas vivían en sus ciudades y conocían los desafíos del medio urbano,cuya característica más definitoria es que concentra a la población en áreas donde se realizan actividades no vinculadas directamente con la naturaleza.
La llegada de los conquistadores europeos abrió un nuevo capítulo en el desarrollo urbano de nuestro continente. Hoy, a fines del siglo XX, las urbes latinoamericanas crecen a un ritmo más o menos acelerado, planteándonos nuevos desafíos, sobre todo en las ciudades más populosas.

MACHU PICCHU, CIUDAD PÉTREA
Atravesando el valle del Urubamba, Machu Picchu emerge en­tre los picos de niebla. Integran este conjunto urbano cientos de escalinatas, altos murallones y templos. Sorprende el calce perfecto de los bloques de granito blanco que forman una fina y pulida superficie en los palacios que hace siglos acogían a los miembros de la familia real, sacerdotes y amigos próximos.

TENOCHTITLÁN, LA VENECIA AMERICANA
Construida sobre lo que en tiempos pasados fueron las aguas del lago Texcoco, esta ciudad se interconectaba por medio de canales, puentes y unas cuantas calles, lo que explica por qué la canoa se constituyó en un importante medio de transporte urbano. En sus 10.000 km211egó a albergar a unas 250.000 personas. En su centro destacaban -como ocurre en general en la gran mayoría de las ciudades- templos, edificios admi­nistrativos y el mercado, los que estaban rodeados por una veintena de barrios semi independientes.

COMPRENSIÓN DE LA UNIDAD
1. ¿Cuáles son las causas de la crisis demográfica que viven las comunidades indígenas a partir del siglo XVI?
2. ¿En qué países encontramos hoy una población indígena numéricamente significativa?
3. ¿Por qué fue movilizada la población africana ha­cia América?
¿Qué nuevos grupos étnicos se ori­ginan con su presencia?
4. ¿De qué continentes proceden los inmigrantes de los siglos XIX y XX?
¿De qué países provienen los inmigrantes de las últimas décadas?
5. ¿Cuál es el principal punto de llegada de los emigrantes de América Latina y el Caribe?
6. ¿Cuál es el país más poblado de Latinoamérica y cuál lo es del Caribe?
7. ¿Qué nacionalidades se vinculan con América Latina?
8. ¿En qué regiones geográficas se concentra la población latinoamericana y caribeña?
9. ¿Qué factores explican la distribución de la población latinoamericana y del Caribe?
10. ¿Qué factores explican el descenso de las tasas de fecundidad y de mortalidad?
11. ¿En qué fase del modelo de transición demográ­fica están los países vecinos al nuestro?
, 12. ¿Qué factor incide en que la población por sexo no se distribuya equitativamente?
13. ¿Es efectivamente dependiente la población menor de 15 años y mayor de 65?
 14. ¿Qué efectos negativos se derivan de la crecien­te urbanización de la población?      
15. ¿En qué sector económico tiende a concentrarse la población trabajadora de la región?         
16. ¿En qué países hay una importante mano de obra incorporada al sector primario?
17. ¿Qué problemas concretos enfrenta hoy la población latinoamericana, cuyas soluciones dependen de decisiones políticas?   
     
ACTIVIDAD 
ENTENDER LA GEOGRAFÍA
       El mapa político de América Latina y el Caribe de fines del siglo XX presenta diferencias importantes respecto del mismo instrumento cartográfico del siglo XVIII. Las diferencias se van acentuando a medida que echamos hacia atrás la rueda de la historia, acercándonos al mapa político más antiguo de los dominios recién descubiertos por los europeos a fines del siglo XV. La evolución históri­co-política de los territorios va quedando registrada en este instrumento.
Hoy las fronteras que contiene este mapa político co­mienzan a representar una dificultad, sobre todo si con­sideramos el dinamismo de la actividad económica y co­mercial. Así como en la Edad Media los límites de la propiedad feudal entrabaron el desarrollo del comercio, hoy los límites políticos entre los Estados dificultan los intercambios, porque existe una serie de trabas admi­nistrativas que demoran y encarecen el costo del trans­porte al interior de las fronteras latinoamericanas.
¿A través de qué políticas busca tanto América La­tina como el Caribe superar esta dificultad?
¿Qué nacionalidades distingues tú en un mapa po­lítico de Latinoamérica y el Caribe en el siglo XVI y cuáles distingues hoy?
Trabajo de investigación
Hemos mencionado en la unidad algunos dominios eu­ropeos de ultramar, tanto franceses, como británicos y  holandeses.
¿Qué países latinoamericanos tienen dominios de ultramar? ¿En qué continente(s)?
¿Cuántas etnias identifican el cuestionario base del censo nacional de 1992?
.El censo de 1992, ¿permitió establecer la cantidad de pobladores según las etnias? Fundamenta tu respuesta.
Trabajo personal
¿Qué es ser latinoamericano?
¿ Qué elementos culturales extra latinoamericanos
Están presentes en tu vida cotidiana: en tu ropa, tus preferencias musicales, televisivas o cinematográfi­cas o tu lenguaje?
.¿Qué rasgos predominan en ti?

TRABAJO CON LAS FUENTES
(...) Se extiende la pobreza  y se concentra la riqueza en esta región  que cuenta con inmensas l de brazos caídos  que se multiplican sin descanso. Nuevas fabricas se instalan en los polos previligiados de desarrollo --Bao Paulo, Buenos Aires, la Ciudad de México-, pero menos mano de obra se necesita cada vez.
Cada y sin trabajo en la ciudad donde reinan las máquinas (...)
Las misiones norteamericanas esterilizan masivamente mujeres y siembran píldoras, diafragmas, espirales, preservativos y niños latinoamericanos continúan naciendo, reivindicando
su derecho natural a obtener un sitio bajo el sol en estas tierras espléndidas que podrían brindar a todos lo que a casi todos niegan.

COMPRENSIÓN.
1.    .¿Qué problemas económico-sociales denuncia el autor del texto?
2.    .Según el autor, ¿qué tipo de propiedad favorece el desempleo en el campo?
3.     .¿Qué métodos anticonceptivos se difunden en Latino américa? Investiga.
4.    .¿Están hoy en uso los métodos anticonceptivos antes mencionados? ¿Cómo funcionan?
5.    .¿Cómo es posible llegar a una tasa de crecimiento demográfico igual a cero?
6.    .¿Está consagrado el derecho a nacer en la Carta de Derechos Humanos? Fundamenta tu respuesta.
7.    .¿Hay países de Latino-américa y el Caribe que hayan aprobado jurídicamente el aborto? Fundamenta tu respuesta y da ejemplos.
Reflexiona.
.Explica qué quiere decir el autor en la frase "los niños latinoamericanos continúan naciendo, reivindicando su dere­cho natural a obtener un sitio bajo el sol en estas tierras espléndidas que podrían brindar a todos lo que a casi todos niegan.

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